23 es Poder

Alguien me dijo hace tiempo que los mejores actores dramáticos están en la comedia. Y otra muestra de ello es Jim Carey en la película “The number 23”. En ella este cómico nos muestra una faceta paranoica y oscura. Vemos un Jim Carey avengentado, con los cabellos largos y arrugas en la cara, es un padre ejemplar a quien la memoria le hace una mala pasada.

La narración de la película se va sin sentirla, todo gira entorno al número cabalístico 23, un número que al parecer ha regido a la humanidad desde sus inicios y no lo sabemos hasta ahora. Las torres gemelas fueron destruidas el 11-09-2001, es decir, según la película esto equivale a 11+9+2+0+0+1= 23, el numero de cromosomas en el ser humano=23, El planeta tierra tiene una inclinación de 23.5 grados, 2+3 =5, es decir 23 bien podría ser cinco (la suma de ambos), la W tiene 2 puntas hacia abajo y 3 hacia arriba, además, dentro de nuestros teclados, la W esta debajo de el 2 y el 3, cosas así.

Estos son datos para entender la película, los cuales los explican desde el inicio por tanto no hay de que preocuparse. Lo cierto es que en la película nos presentan una teoría de conspiración abstracta que bien podría haber salido de los escritos de Stephen King, sine embargo en esta película el final no es esperado.

Acá, el 23 lo rige todo, para la ciencia un número es un ente abstracto equivalente a una cantidad, y los números prácticamente rigen nuestro mundo pues lo usamos en todo. Pero en la película, nos muestran el lado oculto, hacen a un lado los números fraccionarios, negativos, irracionales, trascendentales y complejos. Nos dejan solo con los cabalísticos creando teorías de conspiración universal que bien podrían volver locas a las personas y en este caso, Jim Carey es esa víctima. La película inicia presentándonos a un guardia de una perrera cuya vida es simple. Pero al momento que el libro “The numbre 23” escrito por “Topsy Kretts...” (ojo: Top Secrets) llega a sus manos inicia la pesadilla numérica.

El libro relata la historia de un investigador, cuyos gustos y manías resulta ser igual a los del personaje de Walter Sparrow (Jim Carey), así poco a poco la historia se va sumando, hasta dar una resultado espeluznante. Calcular el resultado de la película no es posible al inico como en muchas otras, sin embargo en el climax como en una buena película todo se resuelve sin embargo tiene errores de continuidad.

Pepitazo:
Walter Sparrow: I once read that the only philosophical question that matters, is whether or not to commit suicide... I guess that makes me a philosopher.