Metallica, en Guatemala: Resignación


Recurrimos al sarcasmo mientras hacíamos cola cuando el mendigo roquero pedía dinero para su entrada, también cuando el seguidor intoxicado de alcohol depositado en la banqueta no podía consigo mismo y hasta con el rumor de que más de algún muerto habría en el concierto. También recurrimos al sarcasmo con el recital, porque empezó muy mal, creímos que lo cancelarían. Los primeros dos temas: Creeping Death fue un desastre y For Whom the Bell Tolls la tuvieron que interpretar dos veces. Recurrimos a las bromas para desahogar el enojo de la mediocridad de la organización, pero con Premier y Ocesa (acaso Osesa) la productora del evento, no es noticia nueva. Sentí que agarraron mi cabeza contra una pared, con la fuerza de un ‘¡despierta imbécil!’.

Fue una fortuna que Metallica decidiera continuar, aun sabiendo que el audio durante todo el concierto falló. Creo que todo fan avistado en el Mateo, trató de ignorar la poca calidad del audio, incluso con Mastodon cuya presentación casi llegó a ser un ruido de fondo con el cual no se pudo moshear.

Pasaron 14 años para que yo pudiera cantar Fuel junto a el público y a James Hetfield. La pirotécnica nunca antes vista en un recital de rock de esa magnitud en el país fue un plus en el concierto. De todos los temas Sad But True y el cuarteto One, Master Of Puppets, Blackened, Nothing Else Matters y Enter Sandman fueron las canciones destinados para rabiar en el mosh, fue un retorno a la adolescencia.

Este recital es el principio de mucho. Ahora el roquero guatemalteco ya ve posible conciertos con bandas como ACDC, NIN, Radiohead o incluso un recital con Roger Waters. La rabia despertó como una despedida a una época que no regresará el cierre con Battery y la mejor Seek & Destroy (busca y destruye).

Viví un repaso por 14 años de mi vida. De pronto, mientras saltaba en el mosh o mientras cantaba, imágenes de mi adolescencia vinieron a mi cabeza. Fue como darme cuenta que mi momento había pasado, como si mi lugar era en gradas y no en el centro del mosh. La rodillas fallaban, las piernas, los brazos, como si el marchamo de garantía hubiera perdido validez. Mi cuerpo me recordaba que ya no estaba para esos trotes.

No se porqué, pero el concierto me hizo reflexionar sobre mi vida. De pronto me vi en una encrucijada que puede definir toda mi vida. El concierto para mi, fue un batazo en la boca, que decía... ¡ya sho... actuá!


Siguiente entrega: Las joyas que fueron al recital


Comentarios

David Lepe dijo…
Reflexión pura. Muchos pensamos y sentimos algo similar.
Me gustó el vídeo de la despedida.
Allan Martínez dijo…
Puta madre... no deja de emocionarme esa mierda. Que bueno que estuvieron allí amigos... Pero ya el cuerpo ya no está para eso.
Eddy dijo…
"La rodillas fallaban, las piernas, los brazos, como si el marchamo de garantía hubiera perdido validez". Buen símil.
Gramz dijo…
"No se porqué, pero el concierto me hizo reflexionar sobre mi vida. De pronto me vi en una encrucijada que puede definir toda mi vida. El concierto para mi, fue un batazo en la boca, que decía... ¡ya sho... actuá!" Ni yo mismo puedo expresar más claramente el sentimiento que me dejo este concierto, excelente crónica.
Sergio dijo…
felicitaciones por una cronica tan cruda y directa de algo a lo que tristemente no pude asistir.
Animo y adelante!
Anónimo dijo…
Metallica Live 5Mrz10

http://www.mediafire.com/?tzojnqwninz

Entradas populares