Buses
A veces me asfixia el aroma a humano rancio que inunda esta ciudad. Sobretodo en los buses públicos. Dentro, el olor se condensa. El vaho nauseabundo ha ido carcomiéndome, es cuestión de tiempo para que me haga uno con él. Pero aunque llamés más fuerte a la puerta, si espero no es a vos; es a mí. No saltare con vos.
Comentarios
Buen post!
Segundo, cuanta razón llevas, fuera de mi propia opresión mental que intenta librarse un poco y no puede, porque al salir, te encuentras con todo ese mundo contaminado, lleno de mierda y de inmundicia de sociedad en la que vivimos.
En fín, que queda sino ahogarnos en nuestra propia repulsión...
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