Por las noches como de pie



Es  ahora que el silencio es parte activa de mi realidad. Faltan poco menos de una hora para que sea media noche y son los sonidos nocturnos los que dominan el ambiente. El horizonte tiene inserta la imagen de los perros que a al distancia vomitan sus voces. Como si escupieran sus almas.
            Todo está en paz desde la terraza, no hay gente en los arrabales ni en los condominios. No hay disparos al aire, ni sirenas de ambulancias que busquen ser canciones de cuna.
            Es desde esta baranda que veo una ciudad que voy a conquistar. Ya no te temo. Veo tus luces fulgurar. En el horizonte sigo viendo las torres financieras, edificios que intermitentes marcan el pulso de esta metrópoli enana del tercermundo, amenazada por una densa capa de nubes cargadas de lluvia.
El silencio persiste. Las angustias siguen siendo un fantasma pero ya no volverán a llamarme hijo suyo. Ya no seré su amante, ese que regresa suplicando con por más miseria.
            ¿Es ahora que debo pensar en la predestinación?, ¿Es ahora si debo tener fe (en mi)?. La zona 5 está abajo, sé que está detrás de un edificio que no me deja verla. Desde mi mirador recuerdo y avanzo.
Ahora ceno de cara al mundo, somos el firmamento y yo separados por una reja. Seguiré encarando este escenario en el que tantas veces he actuado. Viene la madrugada y ya terminé de comer. Es momento de resguardarme del sereno. ¿Qué hacer con los anhelos hechos realidad?, Sheen tiene razón, te enseñan a qué hacer si fracasas. Es solo seguir adelante. Pero si hay triunfo nadie sabe qué hacer. Creo que se trata de descubrir y seguirse maravillando. ¿Es la vida un sueño que no termina?

Las Lomas, 7 de abril de 2011

Comentarios

Anónimo dijo…
Me gusta leer que estas cambiando, me gusta saber que estás bien.

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