Lo llamaremos Pedro (Linchamiento en Guatemala)

Lo llamaremos Pedro. Le diremos así porque Pedro significa piedra y como piedra está obligado a ser resistente. Es predestinado que así sea pues su nombre resulta ser un estigma que lo acompañará hasta el resto de sus días.
Pedro esta boca arriba sobre el suelo. Parte del rostro lo tiene cubierto por la que podría ser su sangre y al parecer apenas tiene fuerzas para respirar. No tiene camisa, y por eso podemos ver que parte del cuello lo tiene tatuado, un tatuaje artesanal. Distinto a los que se logran ver en los programas de televisión. Este pareciera ser hecho por un inexperto, sin embargo las imágenes captadas por el celular no nos permiten apreciar con detalle los grabados en la piel.
Pedro fue acusado de ladrón, pues como sabemos, las leyes de Guatemala ofrecen entre sus derechos, el de un juicio justo así como exige que uno de nuestros deberes como ciudadanos es no robar. En este caso, las personas que rodean a Pedro decidieron saltarse los debidos procesos y todo indica que tomaron justicia con mano propia y decidieron lincharlo.
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Según el videocelular, Caco en la USAC, Pedro fue encontrado en pleno atraco cuando un grupo de estudiantes logró apresarlo. Suponemos que son estudiantes de la centenaria Universidad de San Carlos de Guatemala, Usac; todos ellos en proceso de una educación superior y mayores de edad. Todos ellos saben leer y escribir por lo que saben que la ley nos protege y nos castiga, por lo que el linchamiento no se debe ser ejecutado. En términos técnicos, es ilegal, más no bueno, ni malo, simplemente no es permitido por la carta magna. (¡Y yo qué haría!).
Sin embargo, estas son puras apreciaciones, pues el video en nada prueba que sean estudiantes de la Usac y tampoco prueba que tengan conocimiento de la ley y menos aún que sepan leer o escribir. Asimismo, tampoco prueba que las piernas, de los jóvenes que aparecen en el video sean los que ocasionaron que hasta el momento se puede observar. Pedro está tendido en el suelo, inmóvil y respirando por puro acto inconsciente. Suponemos que no está muerto, porque el abdomen presenta ciertos movimientos que demuestran que está respirando. Sin embargo, conjeturamos también, que Pedro no está dormido puesto que al momento de recibir patadas en las piernas o en el abdomen, cualquier persona, por profundo que tenga el sueño, despertaría en cuestión de segundos al recibir los golpes.
Seguramente Pedro ignora los gritos, o ha de pensar que no tiene caso alguno poner atención a los insultos que escucha. Insultos para él, su madre y comentarios que amenazan con terminar con su vida por medio de la combustión de su cuerpo gracias a las llamas que ocasionará la gasolina que le verterán sobre su cuerpo tras ser encendida con un fósforo.
Los golpes que recibe son intermitentes, patadas a sus piernas y a su abdomen, de momento vemos que en alguna ocasión, el dueño de uno de los tenis con los que le propinan los golpes, limpia de su calzado los rastros de sangre sobre el estomago de Pedro. A este punto, todos nos preguntamos, ¿en qué está pensando Pedro?. Qué tipo de pregunta, qué pensamiento, qué imagen es la que circula en su cabeza mientras recibe los golpes. Pero en realidad, ya no tiene mucho caso reparar en estos pensamientos pues a este punto todo indica que su vida está por terminar.
Pero la escena se torna peculiar. En la toma del teléfono, se aprecia como un chorro de un líquido amarillo se vertido sobre el rostro de Pedro. El líquido espumoso logra limpiar la sangre que hasta ese momento empezaba a coagularse sobre en el rostro de Pedro. El liquido mezclado con sangre cae a la boca que Pedro y es la primera prueba de que está despierto pues traga y no escupe, acción involuntaria que sucedería si quien recibe el liquido en el rostro de quien duerme. Con ello concluimos que Pedro esta despierto, y tras ser vapuleado lo único que le queda es fingir inconciencia pues sospecha que de lo contrario, la ira despertará en los justicieros que lo rodean.
La s amenazas sobre cómo terminarán con su vida se empiezan a escuchar, y de como entre todos le darán muerte. Una piedra, del tamaño de la cabeza de pedro, quizá más grande, cae sobre sus costillas. Sin embargo, nadie se acerca a tomarla de nuevo y acertar sobre la cabeza del moribundo, el golpe fulminante.
Aún así, tras contar hasta tres, vemos como un desfile de patadas arremete contra las carnes de Pedro quien, sin moverse, sin presentar queja alguna pareciera resignado a recibir el castigo al que estaba predestinado, si es que cree en el destino. De todas las voces, suena las más importante, la que reproduzco de forma libre, y no fiel: “¿Me ibas a matar hijo de la gran puta?, ¿¡Me ibas a matar maldito!?” Luego, más patadas de quien profiere esas palabras, mientras el cuerpo, que aún no es cadáver, de Pedro, se resbala sobre el liquido producto de la mezcla de la sangre y el liquido que le vertieron desde un vaso de cerveza.
Las sirenas se empiezan a escuchar y así mismo las voces de alerta y cantos de huída a los justicieros. En la última toma del video sobre el suplicio de este sujeto, de quien no sabremos nunca el nombre, y de quien jamás sabremos el paradero se logra ver como un liquido color ocre aparece del otro lado de la cabeza.
Finalmente, en otro video vemos como Pedro es asistido por un bombero, que, siguiendo los conocimientos adquiridos durante años de entrenamiento le recomiendan, asegura primero al herido antes de ser transportado. Lo que la toma nos permite ver es como, el bombero ejecuta su trabajo, como tras alistar la camilla con rodos, hará lo que este en sus manos por que Pedro llegue al hospital, sano y salvo. No sabemos lo que el bombero está pensando pero si juzgamos sus acciones sabremos que no le hará daño. El bombero hará su trabajo. No le ofrece palabras de aliento, oraciones o similar, pero es sabido que el bombero hará lo posible para aliviar el escarnio físico al que Pedro fue sometido en su tránsito al hospital. El bombero no hace ni hará diferencia ente Pedro y cualquier otro Pedro con el que se tope en su carrera, porque el bombero sabe que al final, todo es efímero. Sabe que historias como la de Pedro ocurren todos los días y en cualquier parte del mundo, y que nada sirve reparar en ello pues al final su trabajo es asistir a heridos en cualquier parte, más no juzgarlo. ¡La muerte sea sabía visitante cuando venga a tu encuentro!.

El video estaba colgado acá y ahora jamás podrá ser visto: 
 
http://www.youtube.com/watch?v=vGnk96G8TOY

Comentarios

Eddy dijo…
Pedro reencarnará en vendedor de "una rica y deliciosa galleta", sellada y con fecha de vencimiento, o "caramelos" cuyo valor simbólico u ofrenda es de cuatro por un quetzal, al mismo tiempo que agradece la paliza que recibió y le permitió enmendar sus malos pasos. Lo demás te lo comento por correo o en persona.
Gora dijo…
También yo me hice muchas preguntas cuando vi ese video (no pude terminar de verlo). Buen retrato de esta sociedad barbárica. Entre todo, me gustó mucho la frase final... mucho.
También creo, como Eddy, que Pedro sería un buen candidato (en caso de supervivencia) para convertirse a alguna secta e incluso llegar a ser pastor.
Saludos camarada
David Lepe dijo…
Me gustó mucho vos, no te lo había comentado porque me quedé sin palabras. Pero dos días después ya puedo escribirte el comentario.
Ya tenia ratos de no leer tus chivas, esta muy bueno, la pregunta sería.. sera que Pedro aprendio?

Saludos!
la-filistea dijo…
No quise ver el video! Pero me lo imaginé. Muy bueno lo que escribiste, igual no se puede digerir a la primera!

Saludos.
Anónimo dijo…
Los dizque estudiantes de la USAC no aprende ni mierda:
La tal asociacion de estudiantes universitarios no es mas que un grupillo que emula lo que critican:

Lo que hacen los politicos: ROBAR y ROBAR!
Duffboy dijo…
La mentalidad de turba es uno de los fenómenos más terroríficos de este país (que algunos podrían llamar Guatemátala).

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