El ring del cómic: Aventuras fantásticas para crear lectores extraordinarios
(Discurso de presentación del conversatorio El ring del cómic realizado el 23 de julio de 2016, en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guatemala, Filgua 2016)
Hoy, pero en 2014, celebramos el Batman Day. Festejamos que
en mayo de 1939 DC Comics publicara el trabajo de Bob Kane y Bill Finger. Ambos
crearon un sujeto motivado por la venganza quien, año con año, adquirió capas y
capas de complejidad y que ahora es un sujeto atormentado, como un Atlas carga
sobre sus hombros un planeta, pero uno habitado por la venganza, en su caso durante
77 años.
En 2016 ese día mundial se conmemorará el 16 de septiembre.
Participará Frank Miller, entre otros escritores e ilustradores. ¿Pero por qué
eso podría ser importante? ¿Qué beneficio nos ofrece celebrar a un superhéroe
atormentado? ¿A un monigote del capital? O como decía una señora angustiada de
mi familia, a un “enviado de Satán porque tiene cachos”... es muy simple, por
que los cómics son un respiro en tiempos de crisis. Como literatura que es, nos
permite ponerle pausa a nuestra existencia y por un momento, salvar el día.
Si leemos historias fantásticas de grandes héroes o villanos
es porque depositamos en ellos sueños que, como tales, solo ocurren mientras
estamos dormidos. No es evasión, es entretenerse mientras la vida pasa en los
ratos libres. La incidencia de personas que no pueden separar este tipo de
lectura de la realidad es tan baja que no es representativa.
Gente de todas las edades pueden encontrar un personaje que
los aliente, una historia que les permita proyectarse y resolver sus problemas
como si nunca hubieran consecuencias, en un plano en el que todo es posible. En
1970 nació la Comic Con de San Diego, que precisamente termina mañana. Un
evento dedicado a este tipo de material que en las reciente ediciones hasta 130
mil seguidores ha conseguido. Eso no puede ser tan malo.
El éxito no es que descubran el agua azucarada, no es que no existieran
superhéroes en la antigüedad. Nunca se ha negado que la mitología griega es una
fuente de inspiración: “Los griegos entendieron muy bien la idea de héroe que
imaginaban como hijos de dios y humano; los superhéroes son la
mitología estadounidense” dijo en junio Frank Miller.
Esta es
mi justificación. Trabajo en un periódico. Mi labor es leer y editar. Leer y
editar noticias de cultural, espectáculo y eventos del mundo. Y me apasiona,
pero no puedo ignorar el planeta en el que vivimos.
Solo esta
semana, nos enteramos que el salario mínimo diferenciado en el país era para
favorecer a una política. El lunes, se presentó en el, comité de seguridad de
ONU que al menos 740 personas desaparecieron en Faluya, Irak, como consecuencia del enfrentamiento entre militares y yihadistas. Se habla de torturas, matanzas y secuestros.
Ayer,
revisaba las imágenes de los bombardeos de la Coalición en Siria, vi niños al
borde de la muerte rescatados de los escombros de la ciudad, que digo ciudad,
de sus pueblos. Buscaba la menos sangrienta, un niño bañado en sangre destruye
cualquier día. Claro, no todo es oscuro. En estos días la tribu tengger de
Indonesia sube al Monte Bromo para celebrar el festival kasada. Para tener la
bendición de sus dioses Hyang Widi Wasa y Mahadeva lanzan sus ofrendas al cráter,
el volcán de 2300 metros de altura, recibió regalos, de todo tipo, vegetales,
pollos, incluso cabras. Esa es mi lectura diaria. Un baño de realidad. Veo a
diario un registro de lo que ocurre en el mundo tan sorprendente como
espeluznante.
Por
tanto, si cae en mis manos la historia de un Clint Eastwood con poderes la leeré. Si ese sujeto vive en una ciudad corrupta, en la que el
crimen manda, en la que los grandes empresarios oprimen a los proletariados, la
leeré, quizá ahí sí se encuentre una solución. De alguna manera, los comic en
fondo, mas no en forma, reflejan nuestra realidad. Ustedes dirán si miento.
Si pudiera ser un superhéroe sería el Doctor
Manhattan, pero mi favorito será siempre Batman, como dijo Javi Sánchez en la
revista GQ “es una mala persona, pero la querés porque el mundo es aún peor.
Los superhéroes son esos seres perfectos que se merece esta Humanidad”.
En un
análisis de Siddharth Bhandari, un fan de Batman con 36 mil seguidores respecto
de las mejores frases del personaje está: “Nosotros imponemos
qué significa el caos de nuestras vidas, qué es la moral, qué es el orden. Es
una elección que tenemos que hacer cada segundo de cada minuto de cada día”, y
pregunto ¿Acaso no es eso cierto? Como dijo Bruce Wayne “La vida es como una
historia de detectives. Comienza con una dama, y termina con un funeral”.
Los superhéroes, a casi un siglo de su
conceptualización moderna, se cuentan por cientos y DC y Marvel, son solo dos
de una lista de casas editoras que poseen a los personajes más populares. Es
por ello que en este conversatorio acerca del cómic y la magia que se esconde
detrás de su lectura los exponentes invitados justificarán por qué los leen:
Ferny, contadora, estudiante de derecho y discípula de Midnighter.
Fernanda
Ramírez, su nombre según el renap, divide su tiempo entre los números y sus
estudios en leyes, en la universidad de San Carlos, de Guatemala. Desde hace 13
años que se dedica a la lectura de cómic y si de elegir se trata, Superman
sería su héroe mientras que, sin dudarlo, Némesis sería el villano al que se
enfrentaría a vida o muerte. Pero tiene una kriptonita y su nombre es Harley
Quinn. En su opinión cualquier neófito debería comenzar en el universo de los
superhéroes con Pingüino: Dolor y Prejuicio de la línea de new 52.
Andrea
López es diseñadora gráfica digital e ilustradora.
Desde hace 12 años lee comics y
menciona a Captain America White, Spidergwen y Adventure Time como sus
recomendaciones. Si debe elegir, diría que
Capitan América, es su héroe aunque ya no se sabe quién es realmente, si
villano o superhéroe.
Su kriptonita es el encierro y las mollejas. En sus sueños lúcidos se convierte en tiburón y asegura que Guatemala necesita héroes femeninos. En especial a Tank Girl.
Eddy Roma, redactor de noticias de día, inquisidor 24/7.
Su identidad
secreta es la un hombre tan impasible como un inglés victoriano. Un sujeto al
que todo le resbala y sabe cómo desarmar al enemigo utilizando argumentos
contundentes. Esa es una conclusión que ha forjado desde que a los 5 años llegó
un chiste a sus manos. En la actualidad colecciono revistas de Batman,
Superman, Daredevil (dependiendo del guionista), Spider-Man, Astérix, Filemón,
y todo cómic que lleve la firma de Frank Miller. Aunque Batman seria su opción,
no dudaría en enfrentarse al primer Venom.
Xander, es Alejandro Alonzo, es diseñador gráfico e ilustrador, pero
principalmente, el Flaming Carrot de su colonia.
Black
Science llego a sus manos cuando tenía 5 años. En ese momento descubrió que la
narrativa visual es una manifestación artística original, con características
propias e inimitables. Sería capaz de encarnar a Deadpool solo para enfrentarse
a Parallax.
Lo peor que
le puede pasar, es que la gente invada su espacio personal sin permiso. Para
recomendar comic, le basta una palabra: Moebius.
Comenzamos.
Comentarios